viernes, 19 de agosto de 2011

LA FALACIA DEL CALENTAMIENTO GLOBAL

Antes de inicar la lectura, intenten desatender concepciones fijas, abran paso a nuevas alternativas, dejen de lado lo que vieron o escucharon hasta ahora, analicen desde cero una información diferente, investiguen, y emitan sus propios juicios.



Aquí vamos...

En el año 1789, en un libro llamado "Ensayo sobre el principio de la población", el reverendo Thomas Malthus plasmó para la posteridad: "Todos los niños nacidos más allá de lo que se requeriría para mantener a la población en un nivel deseado, necesariamente perecerán a menos que se les dé cabida mediante la muerte de personas ya crecidas...En vez de necia y vanamente procurar impedirlas, debiéramos facilitar las operaciones con que la naturaleza produce esa mortalidad; y si tenemos la aparición demasiado frecuente de la horrenda figura de la hambruna, debiéramos alentar asiduamente otras formas de destrucción que invitamos a la naturaleza a usar. Antes que recomendarles la higiene a los pobres, debiéramos alentar costumbres contrarias. En nuestros poblados debemos hacer más estrechas las calles, acinar a la gente en las casas e invitar el retorno de la peste. En el campo, las aldeas deben construirse junto a ciénagas estancadas, y en particular fomentar la urbanización de todo lugar pantanoso y malsano. Pero sobre todo debemos reprobar los remedios específicos a enfermedades devastadoras y restringir a aquellos hombres benévolos pero muy equivocados que han pensado servir a la humanidad mediante planes para la extirpación total de ciertos males."

Esta es la base fundamental de la teoría Malthusiana. Está basada en la concepción de que la población aumenta en progresión geométrica, mientras que el suministro de comida sólo puede aumentar en progresión aritmética. La forma de solucionar este problema según Malthus, es nada menos que ¡la eliminación de personas!: LA REDUCCIÓN DE LA POBLACIÓN MUNDIAL.
Pero, ¿de qué manera se relaciona la reducción de la población con el "ambientalismo"?; tan difundido en estos últimos tiempos, y las organizaciones que lo impulsan.

Es desde la década de los '60 que se concentran expresiones y publicaciones: la revista "The Ecologyst" de Londres; el Comité de la Carta de la Naturaleza de Paris; los trabajos de Jay Forrester la Dinámica Mundial y Un Plan para Sobrevivir; la organizacion ambientalista GREENPEACE; eventos internacionales como "El Día de la Tierra"; la Conferencia Internacional sobre el Ambiente de Estocolmo en 1972; el Club de Roma, entre otros. El Club de Roma preparó un informe llamado "LOS LÍMITES DEL CRECIMIENTO", en conjunto con el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el cual ha merecido muchos elogios, y hace la siguiente advertencia: "...si se mantienen las tendencias actuales de crecimiento de población mundial, industrialización, contaminación ambiental, producción de alimentos y agotamiento de los recursos, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en el curso de los próximos 100 años..."
Es Greenpeace la más conocida de estas instituciones. Muy poco se difundió el documental islandés en donde se ve claramente a sus miembros matando canguros y focas, para luego poder protestar contra el llamado "maltrato de animales". Lo cierto es que a partir de ese momento, disminuyo enormemente el número de socios de Greenpeace en Islandia y Dinamarca.

Informes de este tipo siguieron apareciendo, así como se continuaron celebrando congresos, publicando estudios, creando instituciones de gran difusión en todo el mundo tales como la World Wild Fund For Nature, Conservation International, Amigos de la Tierra, la WWF (World Wildlife Fund), entre otros.

La WWF creada en los años '60 con el único objetivo de recolectar fondos para ampliar las operaciones de la Unión Internacional para la Conservacion de la Naturaleza (UICN). Con el pretexto de conservar y proteger la naturaleza, se ha dedicado a difundir políticas para reducir la población mundial en los países en vías de desarrollo, y así garantizar que las materias primas de todo el mundo sigan en manos de transnacionales británico-holandesas.

Se crea una nueva premisa: que la contaminación surge o aumenta con la misma velocidad del crecimiento del hombre, y que la capacidad de la tierra en contra de la contaminación es limitada.

SE ESTABLECE UNA IMPORTANTE CONCLUSIÓN: Según exponen los modelos descritos, el máximo  enemigo es la contaminación, o bien, la contaminación que produce el crecimiento. Ahora la preocupación es buscar remedios, no obstane los ambientalistas responden que el exceso de dependencia tecnologica nos nos permite una "acción efectiva".

Los científicos seguidores de la anterior conclusión, nos afirman que si deseamos conservar la capa de aire, agua y tierra, se debe detener el desarrollo economico-industrial así como el crecimiento de la población, porque las riquezas no son infinitas. Concluyen que cuanto más seamos, tanto menos tendremos. Hicieron una proyección de las complejas relaciones entre la humana actividad y el medio, utilizando modelos computadorizados siguiendo el método de la dinámica de sistemas, logrando esas respuestas de acuerdo a los actuales índices de crecimiento demográfico y económico-industrial asegurando que, invariablemente, nos llevarán al hambre mundial y al desastre ambiental.

En virtu de la gravedad de la situación, afirman estos científicos que es necesario imponer como norma el "CRECIMIENTO CERO", y que el crecimiento económico debe detenerse tan pronto como sea posible. Bien cuadran estos lineamientos con la creación forzada de "crisis económicas".

aciendo síntesis podemos afirmar que, TODO PROVIENE DEL PODER DE CONVICCIÓN DE LA SIMPLE IDEA QUE UN CRECIMIENTO ECONÓMICO INFINITO ES IMPOSIBLE, YA QUE VIVIMOS EN UN PLANETA FINITO. ESTAS RARAS Y EXTRAÑAS AFIRMACIONES, ESAS CONJETURAS AL MARGEN DE LA REALIDAD, FUNDAMENTADAS EN EXTRAÑOS Y RAROS TRABAJOS CIENTÍFICOS, CONTINÚAN PREDOMINANDO EN LAS GRANDES ORGANIZACIONES CREADAS ALREDEDOR DEL MUNDO.

Analicemos un poco entonces toda esta información que tan grandemente se difunde por todo el mundo. La mayor de todas las mentiras que se ha abonado a lo largo de más de cincuenta años, particularmente a partir del famoso estudio del CLUB DE ROMA, es que los recursos naturales son finitos y, tarde o temprano, terminaremos por agotarlos, a menos que disminuyamos drásticamente su explotación y hagamos todo lo posible por reaprovecharlos. Tal vez así, se pueda lograr estirarlos por varias generaciones y, con suerte, llegar a un estado de equilibrio con la naturaleza. El consecuente corolario de toda esa doctrina, es evidentemente, que la población humana debe dejar de crecer, y aún reducirse.

¡NADA MAS ALEJADO DE LA REALIDAD!. LO QUE DICTA LA PAUTA A CERCA DE QUÉ ES, Y QUÉ NO ES UN RECURSO NATURAL, ES LA TECNOLOGÍA CON QUE CUENTA LA SOCIEDAD.

Los hidrocarburos son recursos finitos, concepcionalmente desde el punto de vista de la tecnología con que son aprovechados actualmente. Sin embargo, la humanidad ya ha estado por más de tres décadas muy cerca de conquistar en definitiva la aplicación generalizada de la energía de la fusión termonuclear, la más rendidora del arsenal energético actualmente conocido. Lo único que ha retrasado esa conquista es que ni remotamente se le ha dedicado el esfuerzo, ni los recursos necesarios, en parte digamos, por el sabotaje deliberado de las mismas fuerzas que promueven los embustes ecologistas (piensen en Greenpeace), seguridad de plantas nucleares, tsunamis, entre otros.
(A fin de no excederme, de seguro haré un posteo a futuro para explicar la energía nuclear, sus ventajas, así como sus "riesgos" tan difundidos).

Esto aterroriza a estos neo-malthusianos, que el progreso técnico-científico permita el crecimiento de la poblacion humana. Se oponen tenazmente al progreso para así limitar a la fuerza los recursos disponibles y por lógica, la población.

A finales del período presidencial de Jimmy Carter, el gobierno de EEUU difundió un estudio oficial en el que proponía eliminar de alguna manera 2000 millones de personas entre ese momento y el año 2000. La manera sería principalmente imponiendo la USURA, la ESPECULACIÓN FINANCIERA, y el CHANTAJE POLÍTICO, que ya le cuestan cientos de miles de vidas la Tercer Mundo.

Pasemos ya a la falacia...
MENTIRAS DEL AMBIENTALISMO
Uno de los principales argumentos que utilizan es que, a no ser que las naciones del planeta actúen para detener la destrucción del ambiente, habrá cada vez más cataclismos por todo el planeta. Como se supone que para demostrar la probabilidad de esas catástrofes basta con la LLUVIA CONTINUA DE ARTÍCULOS DE PRENSA QUE DIFUNDEN ESTAS PREDICCIONES "CIENTÍFICAS", los negociadores de la cumbre de la Tierra ya no tienen que preocuparse de la ciencia, y ahora sólo tratan sobre la política.
Pero la verdad es que cada una de esas apocalípticas teorías ambientalistas son PATRAÑAS ANTICIENTÍFICAS. Cientos de los principales científicos alrededor del mundo han refutado esas teorías con lujo de detalles en respetadas publicaciones y foros científicos. Sin embargo, la prensa y la televisión mundial tienen por norma explícita no informar sobre el trabajo de estos científicos. Así se ha elaborado, para consumo popular, un "consenso científico", fundado en información deliberadamente fraudulenta o defectuosa.

LA DISMINUCIÓN DEL OZONO
Lo básico de la teoría de la disminuición de la capa de ozono, es que la capa de ozono que protege al planeta de la radiación ultravioleta, que se está adelgazando y hasta agujereando porque las moléculas de cloro que, supuestamente, se desprenden en la estratosfera de los clorofluorocarbonos fabricados por el hombre (fenómeno que nunca se ha observado en realidad), descomponen las moléculas de ozono. Jamás se menciona que la cantidad de cloro en los clorofluorocarbonos es absolutamente insignificante en comparación con las fuentes naturales de cloro: la cantidad total de cloro contenida en todos los clorofluorocarbonos que se producen anualmente es de 750.000 toneladas (de las cuales solo el 1 % alcanza la estratosfera, según esta teoria). En contraste, las fuentes naturales (los oceanos,volcanes, etc) arrojan más de 650 millones de toneladas de cloro en la atmósfera cada año. El hoyo que hay en la capa de ozono sobre la Antártida, tema de titulares escandalosos, ES REALMENTE UN FENÓMENO NATURAL Y DE TEMPORADA que descubrieron el pionero de la investigación del ozono, Dumont D'Urville, que se reexaminó recientemente, muestra de que el hoyo de la capa de ozono era mayor en 1958 que en cualquier momento de las dos últimas décadas.

No es una verdad científica el que las pequeñas proporciones de clorofluorocarbonos (CFC) generados por el hombre, estén agotando la capa de ozono. La pseudo evidencia, se basa en modelos generados por computadora, no en datos reales. Sin embargo, la teoría del agotamiento del ozono SE UTILIZÓ PARA LA CONCERTACIÓN DE UN ACUERDO INTERNACIONAL EN 1987, EL PROTOCOLO DE MONTREAL SOBRE SUSTANCIAS QUE REDUCEN LA CAPA DE OZONO, QUE OBLIGA A LA ELIMINACION PAULATINA DE UN REFRIGERANTE BENIGNO, EFICAZ Y BARATO, QUE HA SIDO RESPONSABLE EN LOS ULTIMOS 50 AÑOS, DE SALVAR VIDAS, MEDIANTE LA CONSERVACIÓN DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS Y DE MANTENERLOS SALUBRES.

Los encargados de promover este protocolo, admitieron en el momento en que se suscribió, que "no hay evidencia mensurable de daño".
Y aun hoy no hay evidencia clara y definida del supuesto daño. Pero mientras se lleva a cabo el desfazamiento de los CFC, y los países más pobres no se pueden costear los refrigerantes sustitutivos más caros, habrá una ruptura en la cadena de refrigeración, la cual protege los cultivos luego de la cosecha y durante su almacenamiento y distribución, y ocurrirán muertes en masa. Los expertos internacionales en refrigeración estiman que la prohibición de los CFC eliminó de 20 a 40 millones de personas al año para los finales del año 2010 aproximadamente, por hambre y enfermedades relacionadas.

Para terminar con el tema del ozono, cito el texto del libro "Los límites del Crecimiento", del Club de Roma, que alaba a el Protocolo de Montreal, diciendo:

"Las naciones del mundo reconocieron que habían excedido un verdadero límite. Seguidamente, con renuencia, acordaron abandonar un producto industrial redituable y útil. Lo hicieron antes de que hubiera ningún daño económico, ecológico o humano mensurable, y antes de que hubiera cabal certeza científica".

EL CALENTAMIENTO GLOBAL
¿De qué calentamiento global hablamos?. Hasta inicios de los años '60, se suponía generalmente que la manera de comprender el comportamiento del clima era tomando en consideración los ciclos astronómicos largos, medidos en términos de decenas o centenas de miles de años. Los ciclos de 100.000 años de los períodos glaciares están determinados por las periodicidades en la excentricidad, inclinación y precesión de la órbita de la Tierra. En medio de los períodos glaciares, hay períodos de unos 10.000 años que se conocen como interglaciares, en los que prevalecen climas relativamente más templados. En los actuales tiempos, el planeta Tierra se encuentra al final de un perdíodo interglaciar, y probablemente esté entrando ya en un período de avance glaciar.
Los períodos glaciares del pasado, así como el próximo período glaciar, tienen características propias, total y completamente independiente de la producción humana industrial de bióxido de carbono. Ningún científico que conozca y esté familiarizado con el tema de los ciclos astronómicos, puede siquiera estar mínimamene preocupado con las variaciones en las temperaturas locales o globales, sea en lapsos de tiempo de años o incluso décadas; o bien, tampoco podría estar seriamente preocupado con modelos de computadora de corto plazo y sus historias de horror.
Bajo la anterior premisa ¿cómo es que hemos alcanzado un punto en el que se discute un tratado internacional sobre el clima, sobre la base de un "consenso" contrario a la certeza de, que en base a los últimos varios miles de años de historia, el mundo se mueve inexorablemente hacia otro nuevo período glaciar?. De nueva cuenta, podemos voltear la mirada hacia una importante activista malthusiana, la señora Margaret Mead, a fin de obtener una explicación. Ella fue quien presidió una conferencia en 1975 sobre la atmósfera, y dijo: "El aumento sin paralelo de la población humana y la demanda de comida, energía y recursos, es claramente la influencia desestabilizadora más importante en la biósfera. A menos que los pueblos del mundo puedan comenzar a entender las consecuencias inmensas y de largo plazo de lo que parecen ser opciones inmediatas menores: abrir un pozo, un camino, construir un avion, realizar una prueba nuclear, instalar un reactor líquido de cría rápido o emitir productos químicos que se difunden por la atmósfera, el planeta entero podría estar en peligro. Lo que necesitamos de los científicos son estimaciones, presentadas de manera suficientemente conservadora y con credibilidad, que nos permita comenzar a levantar un sistema de advertencias artificiales, pero efectivas, advertencias que se asemejen al instinto de los animales que huyen de los huracanes. Sólo dejando bien claro qué tan físicamente interdependientes son los pueblos de todas las naciones, podemos relacionar las medidas que toma una nacióon, con las medidas que toma otra nación, de manera que tome inspiración de la necesaria capacidad de sacrificio, de la cual los seres humanos, como grupo, se han mostrado capaces. Por lo tanto, es una declaración sobre las grandes posibilidades de los peligros que puede sobrecoger a la humanidad, en lo que importa concentrar la atención".

Los científicos que asistieron a dicha conferencia previniendo y advirtiendo de un próximo período glaciar, como Stephen Schneider, salieron de la conferencia advirtiendo y promoviendo el cuento del calentamiento global. Desde ese momento, la propaganda sobre el calentamiento global sigue siendo "artificial", pero increíblemente efectiva para asustar a la población y a los gobiernos con un peligro inexistente, tanto así que están dispuestos a aceptar la imposición de medidas que, en realidad, estarán matando una gran cantidad de personas. Es completamente cierto que la reducción propuesta en las emisiones ocasionadas por la producción de energía y la industria, asfixiarán el desarrollo, empeorarán los niveles de vida, y acrecentarán el tributo de muertes al ecologismo.
Como vemos hoy en día, las negociaciones sobre emisiones de bióxido de carbono están basadas en el "consenso" de la mayoría de los científicos alcanzado en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (PICC). En su informe de 1995, este grupo declaró: "El equilibrio de las pruebas hace parecer que hay una influencia humana discernible sobre el clima global". El PICC respaldó esa declaración citando una serie de documentos "científicos". Pero, luego de analizarlos, se denota que ¡ninguno de los ensayos citados fundamenta realmente la sugerencia del PICC!

Vamos ya a los últimos fundamentos científicos contra el calentamiento global:

La atmósfera de la Tierra constituye en sí misma un invernadero, este hecho nunca ha sido sometido a discusión. Si no fuera este invernadero natural, la superficie de la Tierra sería como la de la Luna, fría y casi glaciar por la noche, e imposible de soportar por sus altas temperaturas durante el día.


La atmósfera de la Tierra permite la entrada de la radiación solar y cuando ésta calienta la superficie de la Tierra, el calor es irradiado en sentido contrario (como si rebotara parcialmente). Los gases que producen el efecto invernadero (dióxido de carbono, vapor de agua, metano, entre otros) absorben la radiación infrarroja de onda larga; este es el proceso que modera la temperatura de la superficie, y es por ello que beneficia a la Tierra la existencia de un invernadero natural como la atmósfera.
No obstante, debemos aclarar que los gases que provocan el efecto invernadero PROVIENEN TANTO DE LA NATURALEZA COMO DE LA HUMANA ACTIVIDAD.

Más concretamente, el bióxido de carbono proviene de la respiración de todos los seres vivos, además de los incendios forestales, la descomposición de los vegetales, y de la actividad volcánica. En cuanto al dióxido de carbono, es producto de la combustión de carburos fósiles, y se estima con mucha certeza que tanto lo producido por la naturaleza como por el hombre están en bien parecidas proporciones.
Otro de los gases que genera el efecto invernadero (los hidrocarburos) proviene de las plantas en crecimiento. También los producen la actividad industrial (transporte y generación de energía eléctrica térmica de origen fósil).
Los bovinos y otros rumiantes, al emitir gases orgánicos, envían a la atmósfera tantos hidrocarburos como metano en proporciones bastante equivalentes a las actividades anteriores. Pero el metano también es producido por los pantanos, las termas, las minas de carbón y los arrozales.
Es un hecho que el 90% del metano que se produce proviene de la naturaleza, y el otro 10% de la actividad del hombre. Estos gases han aumentado un 25% desde la Revolución Industrial, y tiene un ritmo de incremento de 1% anual. Mientras la mayoría de los conocedores en temas ambientales culpan al aumento de CO2 (dióxido de carbono) en la atmósfera, a la tala indiscriminada de árboles, y a la quema de combustible de origen fósil; muy pocas veces toman en cuenta la manera en que los volcanes influyen en la composición de la atmósfera. Estamos acercándonos al punto máximo de 500-600 años de actividad volcánica, lo que tiene inmediatamente que ver con el incremento de los niveles de dióxido de carbono. En esencia, la cantidad de material o gas contaminante producido por la actividad del hombre durante TODA SU EXISTENCIA SOBRE LA TIERRA, no se comprara con la enorme cantidad de partículas y gases tóxicos lanzados a la atmósfera por las erupciones del Krakatoa (Indonesia, 1883), el Katmai (Alaska, 1912) y el Helka (Islandia, 1947).


Por otra parte, la duración de la luz, la humedad relativa, la calidad del suelo, la cantidad y oportunidad de las precipitaciones, las posibilidades de riego; son tan influyentes como los factores citados más arriba. Entre los años 1973 y 1975, Dirky Lee Ray, ex presidenta de la Comisión de Energía Atómica de EEUU, se planteaba el calentamiento de la Tierra. Entre fines del '88 y mediados del '89, el pueblo notreamericano vivió una histeria colectiva en el marco de un invierno extrañamente cálido y seco. Un científico de la NASA, James Hansen anticipaba el efecto imvernadero por acumulación de CO2, presagiando que 1988 sería "el año más cálido jamás registrado". En esos mismos momentos, la parte oriental del océano Pacífico se enfrió drásticamente (la temperatura bajó a 7º en forma extraordinaria y alcanzó mínimos nunca experimentados, por razones inexplicables). Este fenómeno se denomina LA NIÑA, para establecer una diferenciación con el fenómeno de EL NIÑO. Un enfriamiento de esa categoría ha ocurrido 19 veces en los últimos 102 años. Hansen no tomó en cuenta LA NIÑA porque su modelo de computación no tomó en cuenta el mar, aun cuando el 73% de la Tierra está cubierta por agua marina.
Una última consideración: Si realmente se produjera una elevación global de la temperatura de 1,5 a 4,5 grados centígrados a lo largo de los proximos 50 años, "tal cambio climático no representará un cambio más drástico para los seres humanos que el hecho de que un habitante de la Patagonia se vaya a vivir a Misiones", analiza un representante de la WFEO y FMOI, porque en su criterio, una tierrra más caliente y los cambios en las pautas de las lluvias que acompañen el fenómeno, difícilmente constituyan una catástrofe ambiental mundial.
Todo lo anterior no es más que un "abreboca", una pequeña idea de TODA LA TELEARAÑA de falsedades, fundamentaciones erróneas, tergiversaciones de la información, operaciones económicas, políticas (Mr. Al Gore!!) de prensa; todo tejido en los últimos años.

Fuentes:
-http://www.larouchepub.com/spanish/other_articles/2007/0226_carbon_dioxido.htm
-http://www.21stcenturysciencetech.com/
-http://www.mitosyfraudes.org
-http://www.junkscience.com/
-http://www.john-daly.com/espanol.htm
-http://www.heartland.org/
-Libro "The hole in the ozone scares: The scientific evidence that the sky isn't falling", de Rogelio Maduro y Ralph Schauerhammer
-"Ozone diplomacy: New Directions in safeguarding the planet", de Richard Elliot Benedick
-"Beyond the Limits: Comfronting Global Collapse ¡, Envisioning a Sustainable Future, por Donella Meadows.
- Artículo "The coming Ice Age" de la revista 21st Century Science and Technology
- An Oceanographer looks at the Non-Science og Global Warming, de la misma revista mencionada.

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