miércoles, 24 de julio de 2013

Reserva Federal de Estados Unidos y la Crisis del Dólar

El Sistema Bancario de Reserva Fraccional

Desde que la Reserva Federal de Estados Unidos inicio operaciones en 1914, la divisa de Estados Unidos, el dólar estadounidense, se ha estado pidiendo prestado a un banco privado (la Fed o Reserva Federal). Se ha estado pidiendo “prestado” porque cada uno de los dólares que ha producido la Fed se le debe a un banco y con intereses. Es la Reserva Federal, NO el gobierno de Estados Unidos, la que produce todo el papel moneda y se lo presta al gobierno y a las instituciones privadas "con intereses". Posiblemente ahora te preguntarás: “Si pagamos toda la divisa que se pidió para crear el suministro pero todavía debemos lo intereses, ¿de dónde vamos a sacar las divisas para pagar esos intereses?” Respuesta: tenemos que volver a pedirlo prestado para que exista. Esta es la razón por la que la deuda pública continúa expandiéndose: porque no podrá pagarse jamás. Es matemáticamente imposible.

Pero lo más desconcertante es la manera en que la Reserva Federal fabrica las divisas:
1.- Hace préstamos al gobierno o al sistema bancario emitiéndoles un mal cheque.
2.- Compra algo con un mal cheque.

En un documento publicado en 1977, llamado Putting it Simply, la Reserva Federal es sus propias palabras, aseveró: “Cuando tu o yo emitimos un cheque, deben existir suficientes fondos en nuestra cuenta para respaldarlo, pero cuando la Reserva Federal de Estados Unidos emite un cheque, no existe ningún depósito bancario contra el cual se pueda cambiar el documento. Cuando la Reserva Federal emite un cheque, está fabricando dinero“. No estoy de acuerdo con eso porque, en realidad, están fabricando divisas (dinero fiduciario), no dinero.

Y en cuanto esos dólares de fabricación reciente se depositan en los bancos, éstos aplican la milagrosa reserva fraccional bancaria.

Te explicaré la reserva fraccional bancaria en unas cuantas palabras. Todos los bancos tienen un requerimiento de reserva, lo que significa que tienen la obligación de mantener cierta cantidad de divisas a mano para los retiros y otros movimientos. Si el requerimiento de reserva establecido por la Fed es de 10%, entonces el banco debe tener disponible 10% de las divisas depositadas, por si acaso alguien quisiera llevar a cabo un retiro, sin embargo, se permite prestar el otro 90% de dichos depósitos.

Pero este es el truco. Ellos en realidad no prestan las divisas que están en las cuentas. En lugar de eso, crean nuevos dólares por decreto, los sacan de la nada y luego los prestan, lo que significa que también se “piden prestados” para poder existir. En otras palabras, cuando depositas 1000 dólares, el banco puede fabricar 900 dólares nuevecitos de crédito. Lo unico que necesita es realizar una anotación en cuenta y después los puede prestar y cobrar intereses.

Después, si esos dólares prestados y creados recientemente se depositan en una cuenta de cheques, al banco se le permite fabricar otro 90% del valor de esos depósitos, y después otro 90% sobre lo anterior, y de esa manera el proceso se repite una y otra vez.

Por coincidencia, el mismo año en que se aprobó la Ley de la Reserva Federal de Estados Unidos, también se añadió una enmienda que produjo el temido impuesto sobre el ingreso (Income Tax).

Este impuesto sobre el ingreso no existía antes de 1913. Al gobierno se le pagaba con base en aranceles (impuestos sobre importaciones) e impuesto sobre bienes de consumo específico (es decir, impuestos sobre artículos como alcohol, cigarros y gas). Con estos impuestos exclusivamente se generaban ingresos suficientes para que el gobierno pudiera operar. Sin embargo, como no generaba suficiente ingreso para cubrir el interés que se le debía pagar a la Reserva Federal, se creó el impuesto sobre el ingreso.

Para recapitular:
  • Hemos pedido prestado cada dólar para que exista, desde 1914.
  • Pagamos intereses por cada dólar que existe.
  • Ese interés se le paga a la Reserva Federal que es un banco privado.
  • Los bancos más grandes del mundo son los dueños de la Reserva Federal, no el gobierno.
  • Estados Unidos no puede saldar su deuda… Sólo puede seguir pidiendo más para pagar los intereses.
  • Nuestro gobierno creo el impuesto sobre el ingreso para poder pagar estos intereses.
Bienvenido al País de las Maravillas,  bienvenido a tu nuevo contexto.

EDUCAR LA SEXUALIDAD

¿Hay que educar la sexualidad de los hijos?

La sexualidad debe ser educada del mismo modo que se educan otros aspectos de la vida de los jóvenes, pero con sus particularidades propias: debe entenderse como educación para el amor, para la entrega; que facilite a los jóvenes la comprensión de la belleza y la trascendencia del amor conyugal en el matrimonio, la grandeza de la misión de la familia. La educación de la sexualidad no puede separar los aspectos biológicos de los aspectos afectivos, morales y espirituales.
 
¿A quién corresponde la educación sexual?

En primer lugar le corresponde a los padres, que por conocer bien a sus hijos, saben cuál es el mejor momento y el modo para explicarles todo lo relativo a esta materia. Esta es la mejor educación personalizada, que además garantizará el pudor y la delicadeza de sus enseñanzas. La escuela puede cooperar con los padres pero nunca sustituirlos. Los padres deben conocer y autorizar los conceptos que reciban sus hijos en la escuela, particularmente en esta materia.
 
¿Qué opinión merecen los programas educativos que proponen una simple información fisiológica o biológica en esta materia?

Esos programas lesionan la formación de los adolescentes en la medida en que estén separados de los principios morales. Deben estimular a vivir las virtudes humanas que llevan a un dominio de sí mismo y fomenten el verdadero amor y la castidad.
 
¿Atenta la práctica de la castidad contra la libertad?

De ningún modo, porque la castidad es una virtud que orienta el recto uso de la sexualidad, y su vivencia suele variar según las circunstancias en cada etapa de la vida. En la adolescencia debe ser educada, ya que la corrupción de costumbres comienza frecuentemente por el abuso de la facultad de engendrar, que debe ser orientada hacia el amor, la vida y la fecundidad. De la misma manera que en otras materias los padres y los educadores no tratan a sus hijos o alumnos como animales, tampoco deben hacerlo en este tema. Plantear los aspectos relativos a la sexualidad separados de los valores específicamente humanos y cristianos, lleva a un comportamiento animal, indigno de la condición de hombres y mujeres.
   
¿Deben estar atentos los padres sobre estos aspectos de la educación sexual de los hijos?

Sí, porque Dios les ha encargado la tarea de formar a sus hijos como hombres cabales y como cristianos. Descuidar este aspecto sería faltar a un grave deber y dejarlos, hoy en día, a merced del ambiente de libertinaje que se propaga en nuestro tiempo.